sábado, 4 de diciembre de 2010

Silveti sale a hombros en Quito.



El novillero mexicano Diego Silveti tuvo un debut de gran impacto en la plaza monumental de Quito, de la que salió a hombros tras cortar tres orejas y cuajar sendas faenas de gran pureza y torería.

Con un lote noble pero de muy escasa raza, con un primer novillo rajado y huido y un segundo que se vino abajo muy pronto, el novillero dinástico deslumbró con sus templadas y puras formas y también por un sosegado oficio que asienta sobre un valor muy auténtico y sin alardes. Variado y hondo con el capote y con la muleta, Silveti se ganó el corazón de una plaza festiva, sí, pero que supo paladear y valorar toda la calidad que el mexicano puso sobre el tapete.

A ese rajado e incierto primero le cuajó un arriesgado e impávido quite por saltilleras, antes de hacerle una faena de muleta de mucha paciencia, tranquilidad y facilidad, sabiendo aprovechar las escasas virtudes del animal en terrenos de tablas y rematando con una serie de derechazos de gran entrega y otra, deslumbrante, de bernadinas. De haber matado a la primera hubiera cortado esas dos orejas que luego sí le dieron del quinto, un jabonero cuya muerte brindó a Manuel Benítez "El Cordobés".

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